El poeta

POEMA PÁG.41. 

         La tierra gris y pobre me ha ganado.

     Le voy tomando amor a este destierro.

     ¡Cuánto espíritu mío se ha quedado

     el seco llano y el pelado cerro!

 

           Fortuna triste, para amar tus cosas

     me he sepultado en tu dolor lejano.

     Mi cantar para ti no sabrá a rosas;

     pero sabe a un amor hondo y humano.

 

           ¿Será inútil mi grito ante tu muerte,

     este grito sediento, dolorido?

     Abandonada estás, ¡oh tierra fuerte!,

     al más injusto y despreciable olvido.

 

           Venir del valle a convivir contigo,

     dejar mi vega de verdura y flores,

     es ponerte mi amor como testigo,

     ¡es amarte entre todos los amores!

 

           No es afrenta que diga tu pobreza,

     cuando tu tierra seca me ha ganado.

     Flotará largo tiempo la tristeza

     de mi alma en tu campo desolado.

 

       En 1959 aparece “Voz y Latido”. Aquí está presente el dolor y la rebeldía. La posguerra fue época dura y con muchas heridas por curar.

     Pasó tan solo un año y aparece “Elegía del Sureste”, en 1960. El tema central es el de la guerra. Ver el dolor de los que la vivieron y sintieron su atrocidad, fue algo que me ha marcado profundamente. Pues aunque yo era muy joven viví ese capítulo tan amargo de la Guerra Civil Española.

 

POEMA PÁG.108. 

     Que me arranquen las uñas,

que me rompan la casa,

que me coman los ojos

lo salado y amargo de mis lágrimas;

que me consuma una mortal congoja

si miento en mi clamor; que manos bárbaras

me saquen esta lengua que abomina

del horror de la guerra; que me hagan

la injusticia del siglo, si no es cierto

que os vino la muerte sin llamarla.

 

     Mis camaradas niños, los que apenas

conocisteis incendios y emboscadas;

los que olíais a fruta, a edén primero,

amigos tiernos de las dulces aguas,

los amantes del sol y las palmeras,

los huéspedes alegres de la grama,

los humildes y limpios, los tranquilos,

los hijos de esta tierra meridiana

medio ciega de luz, medio florida,

medio blanda a la ve, medio abrasada,

los del valle y el yermo, todos juntos

encontrasteis la muerte sin buscarla.

 

 

En 1962 publiqué Cartas y testimonios que obtiene el premio de poesía “Marina”.

 

En  A modo de glosa, de 1963, me fijé en escritores como el Arcipreste de Hita, Quevedo o Calderón.

 

En 1964 regresamos a Murcia, donde residimos desde entonces. A pesar de esa pequeña distancia geográfica mi relación con la población de Llano de Brujas es muy cercana y permanente. Cada vez que puedo me acerco al pueblo, donde tengo muchas personas queridas.

Siempre agradeceré a esta localidad el que exista la “Asociación Poeta Francisco Sánchez Bautista”, que no ha hecho sino acrecentar mis lazos de unión con este pueblo y  al frente de la cual está como presidente mi gran amigo, Manuel Bravo Martínez. Esta asociación concede cada año un Premio de Poesía que lleva mi nombre. De hecho muchos me  conocen como “el poeta de Llano de Brujas”.

 

En1966 se publica “Razón de lo cotidiano”, 

 

POEMA PÁG.216

            BRAZAL, azarbe, acequia, regadera,

origen del verdor, venas del río.

El sol, todo de luz, su poderío

desmanda por la huerta a su manera.

    Se adelgaza hacia el cielo la palmera

como un verde disparo, un desafío.

Perennemente airoso está el plantío

y tibiamente hermosa Primavera.

    Desbordada belleza, insultadora

hermosura. Florecen los frutales

cuando marzo se acerca y colaboa.

    Y el Segura y su hueste de brazales

despliegan en acción generadora

su vital humedad por los bancales.

 

 La sed y el éxodo hace su aparición en 1975. En este libro aparecen las zonas rurales  despobladas por gentes que emigraban a la ciudad donde perdían la libertad sentida en el campo, por muy agreste y seco que éste fuera.  

POEMA  PÁG.234-235 (poema VI).

    En estos secarrales

jamás el ruiseñor, jamás el mirlo

y la parda calandria

mañaneraron sus trinos.

    Y si el pájaro huye

llevado de su instinto,

mucho más huye el hombre

hastiado,  perseguido,

alucinado siempre

por un vaho fatal o por un sino

errabundo.

           Cuán vano

el deseo. Oh, qué fallido

el amor a esa tierra

que seguimos amando con delirio.

    Nunca aprendí en la escuela

estas miserias que después he visto.

Oh dañosa ignorancia

en que se educa al niño.

Nos decían: España

es gran potencia en mineral y trigo.

(El granero de Roma,

según la historia dijo).

Y cuando regresábamos a casa

ni navaja ni pan.

Oh, ¿no fue un mito

toda aquella riqueza

aprendida en los libros?

    En estos salobrales

jamás el ruiseñor, jamás el mirlo,

jamás el hombre y la calandria. Nada.

Jamás de los jamases hubo alivio.

 

1976 es el año de Encuentros con Anteo, donde aparecen planteados problemas como: el paso del tiempo o los valores humanos.

          En 1982 aparece Cargado voy de mí y Obra Poética, dejando paso a mi libro Del tiempo y la memoria de 1986.  Mi preocupación por ese tiempo que no ha de volver me lleva a las raíces más profundas de la tierra.

 

 

 

 

POEMA  PÁG.315   

                              Elegía:

Ahora, padre mío,

No me llevas a los frutales

de la humilde heredad, ni me señalas

el fruto arrebolado

como fuego incipiente entre las hojas

de los verdes haldares de los árboles.

Mayo llega vestido de albarillos

y moradas ciruelas. Y está el níspero,

agridulce, llenándonos la boca

de una blanda saliva estimulante.

Barroco y bien vestido está el paisaje

rumoreante de abejas y de avispas

a las puertas de junio, el deseado.

Y llega la canícula y nos dora

levemente el paisaje; pronto, octubre

acortará los días, y mis ojos

han de buscar las ácidas manzanas,

los ásperos membrillos y los dátiles,

estas tardes de otoño, cuando llega

de nuestro mar un aire húmedo y denso

con promesas de lluvias deseadas.

Con los mínimos días de noviembre

vendrán los leves pájaros del frío

buscando la tibieza de los huertos.

¿Somos sólo nosotros diferentes

por la memoria, que nos hace tristes,

y ante el tiempo que pone en nuestra sangre

una gota de muerte para siempre,

como puso en la tuya, padre mío?

 

  Podría citar otros libros como Alto acompañamiento, de 1988.

  El año 1994 surge Memoria de una arcadia, obra en prosa en la que recopilo toda la esencia de la huerta de Murcia, ya casi inexistente, y que recuerdo con gran cariño y nostalgia.

 Con 1997 llega mi libro La pajarodia. Casi fábulas. Podemos decir que es un recuerdo de aquel niño que corría a la escuela y buscaba los libros de fábulas de Samaniego e Iriarte. Me valgo de la magia de  los “pájaros” para satirizar los vicios del mundo contemporáneo.

     En el año 2002 aparece la versión definitiva de El libro de las trovas, libro compuesto por “Trovas ingenuas” de 1982 y la segunda parte, más reciente, titulada “Trovas para caramillo, ocarina y siringa”, escrita entre 1991 y 1992.      

     Con respecto a mi obra Elegía y treno tengo que decir que aquí está presente todo mi pensamiento con reflexiones del tiempo pasado.

 

 

 

 

POEMA  PÁG.562    

¡Qué hermosa eres! Tus ojos son palomas

El cantar de los cantares

                                       Salomón

Teresa:

Todo ha cambiado en este mundo, menos

la miel antigua de tus bellos ojos,

los que alabé en tu adolescencia, aquellos

que aún siguen para mí siendo los mismos.

Teresa:

       Todo ha cambiado, incluso la manera

que tuve de ser tierno, incluso el verso,

que pecaba de duro algunas veces,

como reflejo de la vida injusta.

Teresa:

       Todo ha cambiado en el lugar nativo,

       tan rumoroso de agua, tan materno,

       donde se alzaba el árbol con su sombra,

       su fruta, y su música y su nido.

Teresa:

       Todo me siento triste, menos cuando

       miro tus ojos y los veo claros

       y dulces como entonces, rebosantes

       de luz y gracia desafiando el tiempo.

Teresa:

       Todo ha cambiado. (¿Todo?) Todo menos

tus ojos y mi alabanza en ellos.

       Y aunque la muerte impía los hurgue

       no podrá su avidez cambiar tus ojos.